martes, febrero 06, 2007

la tristesa no es tan mala after all

El post de hoy esta triste, triste como canción de Chavela Vargas, triste como el soldado que muere en el ultimo momento de la batalla, triste como la obra maestra de un escrito desconocido que se quedo en un cajón por que no conocía editores, triste como la idea que se vuelve sueño y se deja morir en fantasía, sin embargo he descubierto una cosa que me recordo n librito de citas “ se puede ser feliz y seguir estando triste”.

La tristeza no es tan mala como pareciera serlo, representa la oportunidad de revisarse a uno mismo, es el camino para valorar la felicidad y curiosa cosa es el ultimo despojo de grandeza antes de que el hombre se de cuenta de su fragilidad y pequeñez y regrese los ojos a donde deben estar, es el momento para levantar los ojos al cielo y decir señor perdón por ser tan buey y dejar de verte a Ti.

Al final la tristeza se vuelve un sentimiento sabroso, y digo sabroso por que tiene sabor por que condimenta la vida, las mejores canciones son canciones melancólicas, el blues es música triste, que sería de la vida sin las grandes películas tristes que se vuelven las favoritas de un adicto a la melancolía como quien suscribe este post….

Y el último fruto de la tristeza es la libertad o alguien me puede negar ese sentimiento de libertad cuando finalmente explotas y lloras ese que da la ultima lagrima y el ultimo grito de un llanto del final de la tristeza. Y la libertad mi querido sancho es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos (Alonso Quijano Dixit), asi que si van a estar tristes que les dure poco para que respiren pronto un aire nuevo

2 Comments:

Blogger Padre Andrés Esteban López Ruiz said...

SAN AGUSTÍN, Confesiones, LIBRO IV, Cápitulo X

(San Agustín comenta la experiencia humana de la tristeza y del llanto, a raíz de la muerte de un amigo)

10. Mas ahora, Señor, que ya pasaron aquellas cosas y con el tiempo se ha suavizado mi herida, ¿puedo oír de ti, que eres la misma verdad, y aplicar el oído de mi corazón a tu boca para que me digas por qué el llanto es dulce a los miserables? ¿Acaso tú, aunque presente en todas partes, has arrojado lejos de ti nuestra miseria y permaneces inmutable en ti en tanto que nos dejas a nosotros ser zarandeados por nuestras pruebas? Y, sin embargo, es cierto que, si nuestros suspiros no llegasen a tus oídos, ninguna esperanza quedara para nosotros.

Pero ¿de dónde nace que el gemir, llorar, suspirar y quejarse se recoja de lo amargo de la vida como un fruto dulce? ¿Acaso es dulce en sí esto porque esperamos ser escuchados de ti? Así es cuando se trata de las súplicas, las cuales llevan en sí siempre el deseo de llegar a ti; pero ¿podía decirse lo mismo del dolor de la cosa perdida o del llanto en que estaba yo entonces inundado? Porque no esperaba yo que resucitara él ni pedía esto con mis lágrimas, sino que me contentaba con dolerme y llorar, porque era miserable y había perdido mi gozo.


¿Acaso también el llanto, cosa amarga de suyo, nos es deleitoso cuando por el hastío aborrecemos aquellas cosas que antes nos eran gratas?



Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Y ves que tú estabas dentro de mí y
yo fuera,
Y por fuera te buscaba;
Y deforme como era,
Me lanzaba sobre estas cosas
hermosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo mas yo no lo
estaba contigo.
Me retenían lejos de ti aquellas
cosas Que, si no estuviesen en ti,
no serían.
Llamaste y clamaste, y rompiste mi
sordera:
Brillaste y resplandeciste, y
fugaste mi ceguera;
Exhalaste tu perfume y respiré,
Y suspiro por ti;
Gusté de ti, y siento hambre y sed;
Me tocaste y me abrasé en tu paz.
(SAN aGUSTÍN)

12:23 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Well written article.

11:05 p.m.  

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