viernes, enero 26, 2007

Regresan los viernes culturales

Bueno regresan los viernes culturales y esta vez los dejo con uno de mis poemas favoritos que fue convertido en dos canciones por su longitud por Tierra Santa uno de los mejores exponentes del metal en español que disfruta haciendo canciones epicas musicalizadas con riffs visiblemente influenciados por Iron Maiden..... los dejo con el poema La Canción del Pirata de José de Espronceda.

La Canción del Pirata

Con diez cañones por banda,

viento en popa, a toda vela,

no corta el mar, sino vuela

un velero bergantín.

Bajel pirata que llaman,

por su bravura, el Temido,

en todo mar conocido

del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,

en la lona gime el viento,

y alza en blando movimiento

olas de plata y azul;

y va el capitán pirata,

cantando alegre en la popa,

Asia a un lado, al otro Europa,

y allá a su frente Stambul:

«Navega, velero mío,

sin temor,

que ni enemigo navío

ni tormenta, ni bonanza

tu rumbo a torcer alcanza,

ni a sujetar tu valor.

Veinte presas

hemos hecho

a despecho

del inglés,

y han rendido

sus pendones

cien naciones

a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra

ciegos reyes

por un palmo más de tierra;

que yo aquí tengo por mío

cuanto abarca el mar bravío,

a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,

sea cualquiera,

ni bandera

de esplendor,

que no sienta

mi derecho

y dé pecho

a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

A la voz de «¡barco viene!»

es de ver

cómo vira y se previene

a todo trapo a escapar;

que yo soy el rey del mar,

y mi furia es de temer.

En las presas

yo divido

lo cogido

por igual;

sólo quiero

por riqueza

la belleza

sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!

Yo me río;

no me abandone la suerte,

y al mismo que me condena,

colgaré de alguna entena,

quizá en su propio navío.

Y si caigo,

¿qué es la vida?

Por perdida

ya la di,

cuando el yugo

del esclavo,

como un bravo,

sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.

Son mi música mejor

aquilones,

el estrépito y temblor

de los cables sacudidos,

del negro mar los bramidos

y el rugir de mis cañones.

Y del trueno

al son violento,

y del viento

al rebramar,

yo me duermo

sosegado,

arrullado

por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.»

miércoles, enero 24, 2007

Alea Jacta Est


Bueno primero que nada una disculpa al parecer llevo mucho sin postear nada y el poco ratting que tenia mi blog a desaparecido incluso creo que he desaparecido de la lista de links de los arriesgados que habían decido ponerme en sus propios blogs,


Aquí estoy de vuelta año nuevo y la misma vida, los primeros 24 días del año han sido un torbellino de emociones buenas y malas, de sonrisas y de lagrimas, sin embargo mirando hacia delante este año pinta bien, el horizonte se ve muy bueno un poco borroso con amenaza de tormentas, pero que año no empieza así depende de uno decidir que hace con las circunstancias y si hay tormenta pues saldré a mojarme y a volar un papalote a ver si puedo jugar con un par de rayos.


Por eso el Alea Jacta Est, cuando Julio Cesar lo dijo no sabia como terminaría la guerra civil, lo único que sabia era que tenía que ir hacia delante y que la única alternativa era la victoria con o sin su vida en la mano. Quiero imaginar la escena, los soldados cansados, los consejeros de Julio pidiéndole que licenciara a las tropas que no empezara una guerra civil, los soldados con miedo en los rostros y esperanza en sus miradas esperando la orden. El viento helado que arrastraba la humedad del rió y Julio Cesar sereno por fuera pero meditando un mar de posibilidades tomo la decisión dio la orden de cruzar y cuando los soldados, los centuriones los arqueros y los oficiales lo voltearon a ver solo pudo decir mirando al horizonte Alea Jacta Est

Asi que con mucho cariño Alea Jacta Est